Argentina escribió otra página gloriosa en su historia deportiva al vencer a Francia por 80-66 en las semifinales de China 2019. El equipo dirigido por Sergio Hernández jugará el domingo ante España por el título mundial.
Como ante Serbia, la Selección impuso una intensidad defensiva capaz de contrarrestar la diferencia de tamaño en la pintura. Con la decisión manifiesta de no dejar jugar a Rudy Gobert bajo el aro ni a Evan Fournier y Nando de Colo en el perímetro, la ofensiva gala se topó con un obstáculo que nunca pudo sortear.
Y como siempre, el Norte lo marcó Luis Scola. A los 39 años, el capitán fue el mejor jugador de la cancha, con 28 puntos (3/4 en triples) y 13 rebotes. Una producción a la altura de la trayectoria de una de las leyendas más grandes del mundo FIBA. Como siempre, lo acompañó Facundo Campazzo, con 12 puntos, siete rebotes y seis asistencias, y el gran cierre de Nicolás Laprovittola, que otra vez apareció para cerrar el partido con mucha jerarquía.
El dominio argentino fue absoluto y se basó en la solidez defensiva, pero también en la fluidez y el desparpajo de la ofensiva. Porque Luca Vildoza, con sus 10 puntos, Gabriel Deck, con 13, y el aporte de un equipo sólido y fresco a la vez desdibujaron al máximo a una Francia que, como Serbia, llegaba como favorita.
El 80-66 final graficó la diferencia que se vio en el partido y Argentina celebró con justicia el pasaje a su segunda final mundial en la historia (en 1950 no hubo final, pero sí título). España espera el domingo a partir de las 9.
Fuente: TyC Sports