Boca Juniors, con la obligación de revertir la derrota por 2-0 del partido de ida, recibirá está a River Plate, defensor del título, en el Superclásico que definirá el representante argentino en la final única de la Copa Libertadores de América. La Bombonera será la sede del partido de vuelta que se jugará desde las 21.30, con arbitraje del brasileño Wilton Pereira Sampaio y el argentino Mauro Vigliano a cargo del VAR.
En el partido de ida, jugado el pasado 1 de octubre en el estadio Monumental de Núñez, River ganó por 2-0 con goles del colombiano Rafael Borré, de penal, e Ignacio Fernández.
Boca está obligado a ganar por tres goles de diferencia para clasificar directamente a la final, mientras que para forzar una definición con tiros desde el punto penal debe ganar por dos goles de diferencia pero sin recibir tantos en contra, ya que eso favorecerá a River por el valor extra del tanto como visitante.
El ganador de la serie se meterá en la histórica primera final a partido único que se disputará el próximo 23 de noviembre en el estadio Nacional de Santiago de Chile, para enfrentar a un rival brasileño que se definirá el miércoles entre Gremio y Flamengo.
Tanto Boca como River tuvieron más de veinte días para preparar este desquite que nuevamente tiene a los dos equipos más importantes del fútbol argentino frente a frente, en una definición que dejará un nuevo capítulo a la larga historia de los Superclásicos.
El equipo dirigido por Marcelo Gallardo está en mejor posición ya que además del triunfo por 2-0 obtenido en la ida, cuenta con el respaldo de la histórica conquista de la edición pasada, tras vencer a su clásico de toda la vida en la inédita final disputada en el estadio Santiago Bernabéu de Madrid, en España.
Boca, por su lado, intentará protagonizar una heroica remontada para opacar la frustación de lo sucedido en Madrid e ir a Santiago de Chile en busca de la tan ansiada séptima Copa Libertadores de América.
El desafío para el cuestionado Gustavo Alfaro, DT del xeneize, será encontrar el equipo para revertir la floja imagen del primer partido y convertir los tres goles que lo clasificarían a la final.
En los once partidos que disputó en la presente edición, Boca solo ganó tres con más de dos goles de diferencia: 3-0 al Tolima colombiano y 4-0 ante Jorge Wilstermann, de Bolivia, ambos en la fase de grupos y como local, y el 3-0 en Quito ante Liga Deportiva por los cuartos de final.
River, en tanto, está invicto en la Copa Libertadores y además suma una racha de seis clásicos sin perder con cuatro triunfos y dos empates.
Boca apostará por su jerarquía individual y por la mística de su escenario para buscar un gol en los primeros minutos del partido y con ese contagio encontrar el juego y resto de los tantos que le permitan revertir la serie.
En este punto, River tiene la ventaja del resultado a favor y la de tener un equipo que respeta la idea futbolística que hace más de cinco años transmite el Muñeco Gallardo, un DT que además se convirtió un experto de los duelos mano a mano, con 50 triunfos en las 61 series que disputó.
El Millonario, a su vez, llega envalentonado anímicamente, ya que recuperó al colombiano Juan Fernando Quintero luego de una larga lesión y al histórico capitán Leonardo Ponzio, quienes irán al banco de suplentes, ya que Gallardo tiene en mente repetir la formación del primer partido.
La contracara es Alfaro, quien todavía no definió el equipo y tampoco tiene a los intérpretes que desea en el mejor nivel físico y futbolístico.
Con respecto a la ida, el DT cambiará en todas las líneas: en defensa Julio Buffarini entrará por el juvenil Marcelo Weigandt; en el mediocampo Agustín Almendra reemplazará al suspendido Nicolás Capaldo, mientras que Eduardo Salvio ingresará por Emanuel Reynoso; y en la delantera están las mayores dudas pero lo seguro es que no repetirá su presencia desde el arranque Franco Soldano.
Durante la semana, el DT probó con Mauro Zárate y el venezolano Jan Hurtado pero su intención sería jugar con Carlos Tevez y Ramón Ábila, quienes no pudieron entrenarse con normalidad por sendas molestias físicas, pero casi seguro serán titulares.
La Bombonera volverá a ser testigo de un partido de vuelta de Copa Libertadores luego del episodio del "gas pimienta" de los octavos de final de la Copa Libertadores 2015. Para prevenir cualquier tipo de situación anómala, el Ministerio de Seguridad porteño organizó un operativo con más de 1.500 policías.
Fuente: TyC Sports