El pedido fue hecho por Orozco, luego de observar que las intervenciones de muchos de sus pares son leídas. En tal sentido, planteó la duda sobre la autoría de los textos vertidos en la sesión y recordó que ello va en contra del Reglamento del Concejo Deliberante.
Además, pidió respeto a sus pares señalando que en ocasiones, cuando alguien en el recinto toma la palabra, aparece “el bullicio, el murmullo, la risa”.
Inmediatamente, pidió autorización para leer el artículo 131 del Reglamento Interno del Concejo Deliberante, para dar cuenta de su pedido: “Formas del uso de la palabra, los concejales salvo autorización del presidente, no podrán leer sus discursos excepto el caso de datos u opiniones ajenas que sirvan de complemento ilustrativo a su exposición”.
“Me gustaría que empecemos a respetar el reglamento y aquellos discursos que vienen escritos en una hojita que no sabemos si es autoría del concejal o de alguien que los envía, si lo pueden plasmar con sus propias palabras hilando dos oraciones o más, sería importante”, sentenció Orozco.